El ambiente futbolístico en Chile se encuentra convulsionado tras la tragedia ocurrida el pasado jueves 10 de abril en el Estadio Monumental. Una joven de 18 años y un adolescente de 12 fallecieron en medio de incidentes previos al partido entre Colo-Colo y Fortaleza, correspondiente a la fase de grupos de la Copa Libertadores. Las circunstancias de sus muertes aún están siendo investigadas por las autoridades, mientras se maneja con hermetismo la información oficial.El partido, que fue suspendido tras los graves desmanes protagonizados por hinchas albos, quienes ingresaron al campo de juego y causaron destrozos, marcó un nuevo episodio de violencia en el fútbol chileno. En medio del luto y la indignación, se ha abierto un debate nacional sobre la conveniencia de realizar el esperado clásico entre Colo-Colo y Universidad de Chile, programado para este domingo como parte del Campeonato Nacional.Pese a la conmoción, Carabineros y la Delegación Presidencial Metropolitana confirmaron que el encuentro se llevará a cabo, asegurando que se están tomando “todas las medidas de seguridad necesarias”.“Estamos hablando de un clásico que históricamente ha sido de alto riesgo. ¿Cómo es posible que, tras la muerte de dos personas y una jornada de caos total, se insista en jugar sin reflexionar?”, señaló un concejal de la comuna de Macul.El debate está instalado: ¿Debe primar la programación del torneo por sobre la seguridad pública y el respeto a las víctimas? Mientras las autoridades insisten en avanzar con el calendario, miles de hinchas y ciudadanos se preguntan si el fútbol chileno está dispuesto a hacer una pausa para replantearse su rumbo.
“Tras tragedia en el Monumental: ¿Debe jugarse el clásico entre Colo-Colo y Universidad de Chile?”
